La posibilidad de que Estados Unidos imponga un impuesto a las remesas ha activado una serie de acciones diplomáticas y legislativas en México. El canciller Juan Ramón de la Fuente se reunió esta tarde con legisladoras y legisladores de acción afirmativa migrante para coordinar una estrategia binacional. El objetivo es establecer una línea de defensa ante una medida que, de concretarse, afectaría directamente el ingreso de millones de hogares mexicanos y la estabilidad macroeconómica de regiones con alta dependencia de este flujo.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que el gobierno federal enviará mañana una comitiva oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), así como una delegación de senadoras y senadores mexicanos a Washington D.C., con el propósito de entablar un diálogo directo con legisladores estadounidenses. El objetivo central de ambas delegaciones será exponer los efectos económicos y sociales que tendría la aprobación del impuesto del 3.5% a las remesas y convencer al Congreso de Estados Unidos de frenar la medida antes de que avance en el proceso legislativo.

Seguimos insistiendo en que no haya impuesto a las remesas… hay mucha movilización de los paisanos allá para evitar que haya el impuesto.
En contraste con el intento de articular una respuesta unificada, el coordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve, declaró que su bancada no participará en la comisión plural que busca cabildear el tema en Washington, al considerar que se trata de una acción de carácter simbólico sin efectos prácticos. Esta decisión evidencia una fragmentación política en torno a un tema con repercusiones fiscales y sociales, al tiempo que abre un debate sobre los mecanismos de representación de los intereses de la diáspora mexicana.
Desde Michoacán, entidad que concentra un alto volumen de remesas, el diputado local y dirigente del PRD, Octavio Ocampo, propuso establecer un canal de diálogo directo con la embajada de Estados Unidos y convocar al Congreso local a emitir una postura institucional. Indicó que esta medida afectaría de forma significativa la economía de Michoacán, uno de los estados con mayor dependencia de estos recursos. En 2024, agregó, la entidad recibió 5 mil 646.6 millones de dólares, mientras que a nivel nacional las remesas representan el 11% del Producto Interno Bruto (PIB), y el 60% de los receptores son mujeres.
En paralelo, el Banco de México reportó una caída anual de 12.1% en el monto de remesas durante abril de 2025, con un total mensual de 4,761 millones de dólares. Esta disminución, atribuida a factores como la desaceleración económica en EE.UU. y la incertidumbre sobre nuevas cargas impositivas, advierte sobre la vulnerabilidad estructural de un ingreso que representa más del 3% del PIB nacional.