OPINIÓN
El México actual, está marcado por tensiones políticas y por la necesidad de continuar construyendo equilibrios reales en la toma de decisiones, porque la ciudadanía demanda certezas. No bastan los discursos de coyuntura ni los pactos de conveniencia, lo que se necesita son proyectos políticos con principios claros, arraigo en la sociedad y visión de largo plazo.
El Partido de la Revolución Democrática Michoacán se asume como esa alternativa. No se trata de una alianza con siglas, sino de una alianza con la gente. Esa ha sido, desde sus orígenes, la esencia de la izquierda socialdemócrata y progresista que representa este partido, es decir, un compromiso permanente con el bienestar colectivo y con la construcción de un Estado más justo, equitativo e inclusivo.
La socialdemocracia, como lo señalaron pensadores como Eduard Bernstein, supone que la justicia social no se alcanza por la vía de la ruptura radical, sino a través de un proceso democrático, institucional y gradual que garantice la redistribución de la riqueza y la ampliación de derechos. En esa misma línea, Norberto Bobbio recordaba que la democracia no es solo un método para elegir gobernantes, sino también una estructura de valores que coloca en el centro la igualdad, la libertad y la participación.
Los principios que guían al PRD Michoacán responden precisamente a esa tradición: dignidad humana, igualdad de derechos, libertad como condición fundamental de la democracia, y justicia social como horizonte. A ellos se suman la fraternidad y la sororidad como ejes de cohesión comunitaria, así como el respeto a la pluralidad y a la diversidad cultural, indispensables en un estado como Michoacán, cuya riqueza radica en la convivencia de múltiples identidades.
Estos valores son también una respuesta directa a las demandas ciudadanas que rechazan la construcción de estructuras clientelares, sin atender con seriedad la educación, la salud, la seguridad ni el desarrollo productivo de las familias. Frente a ese escenario, el PRD Michoacán propone un desarrollo alternativo, responsable y sostenible, que redistribuya la riqueza, fomente la participación ciudadana y eleve la calidad de vida de todas y todos.
En palabras de Robert Dahl, la democracia debe garantizar la existencia de una “poliarquía”, es decir, un sistema político plural donde la competencia, la libertad de expresión y la organización ciudadana sean pilares. El PRD Michoacán comparte esa visión, no evade los desafíos, practica la crítica y la autocrítica como ejercicios democráticos, y defiende la ciencia, la razón y el debate civilizado como herramientas para avanzar.
De cara al proceso electoral de 2027, el PRD Michoacán no parte de cero, porque tiene presencia en cada municipio de la entidad, con liderazgos sociales, militancia activa y un arraigo territorial que lo mantiene como una fuerza vigente y necesaria. La preparación no es únicamente electoral, sino también política e ideológica y nuestra identidad como partido de izquierda, cercano a las necesidades de la ciudadanía y firme en sus principios se fortalece cada día.
Porque en el fondo, lo más importante no son las negociaciones entre élites políticas ni los cálculos de poder: lo más importante eres tú, la gente que exige alternativas auténticas para construir un presente y futuro de igualdad, dignidad y justicia social.
Como afirmaba Norberto Bobbio: “La democracia es un conjunto de reglas de juego que permite dirimir pacíficamente los conflictos, garantizando la participación y la igualdad de todas las personas en la toma de decisiones”. Ese es el compromiso del PRD Michoacán, al margen de coyunturas y alianzas: estar siempre del lado de la gente.